5 motivos para parar de correr en tus vacaciones de verano

Todo corredor sabe (o debería saber) que una de las partes más importantes del entrenamiento es el descanso. Dormir bien, dejar un espacio temporal entre entrenamiento y entrenamiento o dosificar los esfuerzos, son aspectos a tener muy en cuenta, tanto como una buena alimentación o un plan específico de preparación.

Ahora que llega el verano, y coincidiendo con las vacaciones, es recomendable plantearse hacer una parada de, como mínimo, dos semanas. Running Travel aporta cinco motivos por los cuales deberías pensar en realizar dicha parada.

1. Por una cuestión física.

La parada anual se trata de un proceso de vital importancia para el cuerpo del corredor. Es necesaria, ya que esta parada, va a producir en el cuerpo del corredor una regeneración y un reequilibrio celular y también de otros sistemas. Las articulaciones, la musculatura, no van a sufrir durante este periodo del desgaste habitual que supone la exigencia del entrenamiento y la competición. Esto, nos va a permitir volver a retomar la temporada con un mejor estado físico y con un menor riesgo de lesiones.

2. Por una cuestión mental.

La temporada es larga, llena de entrenamientos y competiciones, el desgaste psicológico es grande. Hay algún momento en que correr se convierte más en una obligación, que en un disfrute. Y todo esto, si tenemos la suerte de no lesionarnos, circunstancia que puede convertir la temporada en lo más parecido a un calvario. En este periodo de parada anual, descansaremos la mente a la vez que la motivaremos para la vuelta, y favorecemos el disfrute de otras actividades físicas.

3. Para disfrutar de la familia.

Los auténticos sufridores de nuestra afición a correr, acostumbran a ser nuestras parejas, nuestros hijos. La mayoría de fines de semana, cuando ellos se levantan a desayunar, no pueden compartir ese momento con nosotros, ya que nosotros ya estamos entrenando o compitiendo. Planes de sábado por la noche truncados por nuestras carreras del domingo por la mañana. Es el momento de dedicarnos a ellos, compartir actividades, charlar sentados tranquilamente, devolverles toda esa generosidad que ellos tienen con nosotros durante todo el año.

4. Para realizar otras actividades físicas.

Este periodo de descanso anual, supone una perfecta oportunidad  para realizar otras actividades lúdicas. Subir esa montaña que tanto te gusta, hacer una ruta senderista de la que te han hablado bien, salir a pasear en bicicleta o sencillamente, unos largos en la piscina del hotel o la urbanización. Eso sí, baja el ritmo, hazlo sencillamente por el placer de hacerlo.

5. Para volver más motivado.

¿Cuántos días has dicho, si no hubiera quedado para correr con mis amigos, hoy no saldría? En el exigente periodo de preparación de una prueba de fondo, existen, y es natural, momentos en que nos invade la desmotivación, pero también es igual de cierto que ya no seriamos capaces de vivir sin correr. Una parada de un par de semanas, nos permitirá volver a recuperar unas ganas "locas" de practicar nuestro deporte favorito.